“El trabajo y la creatividad pueden ir unidos en el aprendizaje”

Entrevista realizada para Feedback Today

“Somos el primer Centro de Creatividad Musical que descubre y fomenta la originalidad artística individual”

Su forma de hablar, de expresarse es como sumergirse en una melodía. Charlamos con ella en Feedbacktoday y nos transmite su pasión por la música.

Ekaterina Donchenko nace en Ucrania donde comienza sus estudios de piano. Vive su niñez entre entre Rusia y Ucrania. Con 16 años realiza su primera práctica como pianista acompañante y a los 19 da clases de piano en la Escuela Municipal (Kherson, Ucrania). A partir de este momento decide dedicarse plenamente a la docencia. Innovadora en su forma de enseñar, su única meta es que el alumno aprenda, supere las dificultades y descubra su propio potencial. A partir de ahí crea el primer centro de Creatividad Musical en Barcelona: www.centroekd.com

Se define así misma como Pianista, compositora, pedagoga, transcriptora, arreglista y productora.

Ekaterina, como pianista, ¿qué tipo de música produces en tu centro?
Yo soy una enamorada de la música desde pequeña. Empecé con el piano y luego, a lo largo de la vida he trabajado con mucha gente, cantantes de ópera y de canto moderno, dj’s… todos los distintos estilos de música son riqueza, y han influido en mí. Por esto mi música tiene un estilo que no existe, puedes encontrar clásico, rockero, chill out… Mi música no es 100 % clásica.

Acabas de inaugurar EKD, un centro de Creatividad Musical ¿cómo potencias la creatividad en la música en EKD?
En EKD ofrecemos una nueva forma de enseñar música. Allí descubrimos y fomentamos la originalidad artística individual, fusionando todo tipo de técnicas, estilos e ideas. Empecé dando clases de música en secundaria y allí inventaba sistemas para hacer de la música algo divertido, que les interese a los chicos y resultado fue increíble, ellos cantaban, yo les hacía los arreglos y allí vi que trabajo y creatividad pueden ir unidos en el aprendizaje. A partir de ahí nació la idea de crear EKD.

¿Cómo es un taller de creatividad en tu centro?
En nuestras clases damos la posibilidad a alumnos de todas las edades a expresarse, aprender y superar el miedo de compartir su música. Los chicos están cansados de lo académico, ellos quieren aprender los clásicos pero al mismo tiempo tocar música actual. No enseño a crear, yo provoco, ayudo a que cada uno exprese con la música lo que siente. De un tema clásico cambiamos la estructura musical, aprendemos cómo funciona el estribillo, la estrofa, la melodía y al mismo tiempo creamos algo nuevo, producimos. También hacemos producción musical.

¿Cuál es tu diferencia con la enseñanza musical tradicional?
En la mayoría de los centros siguen un programa establecido y a veces se olvidan de la música en esa rigidez y la formación musical no llega a todos. Mientras estas estudiando pierdes la creatividad porque te corta las alas. Y si eres muy creativa a veces falta formación. Hay que llegar a un equilibrio entre la formación y la creatividad.

Una persona culta tiene que saber un poco de todo, no quedarnos en la música clásica, que es preciosa, sino que tenemos que saber trasladarnos a esta época. Tocar a Bach, música del renacimiento… pero también tenemos que vivir en la actualidad. Nosotros estudiamos a los clásicos y creamos una música que tiene un poco de estos grandes maestros pero trasladado a la actualidad.

¿Desde qué edad pueden ir a tu centro?
La música se puede aprender desde los 3 años hasta cuando uno quiera. De 3 a 80 años. También una cosa que hacemos es individualizar mucho. Hay clases colectivas y clases individuales porque el lenguaje musical tiene su propio ritmo de aprendizaje en cada persona. Hay gente que aprende en 3 años y otros en 10 y esto hay que respetarlo adecuando el ritmo a cada persona. Tengo alumnos que tocan tan bien que se te pone la piel de gallina y son médicos, biólogos… y sienten la música, se expresan muy bien.

También hacéis producción musical, ¿cómo responden los alumnos?
Yo estoy creando un tipo de aprendizaje, de expresión y de creatividad distinto.
Ayudo a mis alumnos a compartir lo íntimo: su música con otras personas. Ayudamos a superar el miedo. Y además lo hacemos de forma divertida.

En la producción musical tu compones una canción cantada o con instrumentos, luego quieres añadir orquestación. Yo pongo la batería, un efecto, una guitarra eléctrica, un bajo… y se trata de crear la melodía para cada instrumento, y esto es creatividad. No nos quedamos solo en el ritmo, hacemos la melodía, y esto es música.

¿Las nuevas tecnologías ayudan a la producción musical?
Yo me apoyo mucho en las nuevas tecnologías. En EKD utilizamos como material imprescindible la tablet, el ordenador y lo combinamos con los instrumentos musicales.
Además la tecnología ayuda mucho a la música, mis composiciones se pueden escuchas en plataformas como spotify, itunes, amazon y google plus.

Has publicado cuatro libros, háblanos de ellos.
Sí, he publicado Music for piano, una armonía colorista de pleno siglo XXI, al escucharlo nos invita a dejar volar la imaginación, evocando fugaces e inspirados momentos de imágenes y emociones.
Ópera Music for piano, una selección de arias cuidadosamente escogidas de algunas de las óperas más famosas de todos los tiempos.
Y Baroque Music for piano, en donde he incluido la transcripción para piano de la célebre “Toccata y Fuga para Órgano en Re Menor” de Johann Sebastian Bach.
Son libros didácticos con mis composiciones. Todos los libros van acompañados de un cd.
Y el último que he publicado es “El viaje al país musical”, dedicado a niños donde a través de la escucha y la memorización de las canciones el alumno podrá cantar y tocar el instrumento que desee. Es una nueva manera de aprender rítmica y melódicamente la música de manera amena: bailando, cantando, tocando instrumentos y jugando.

¿Cuál es tu próximo proyecto?
De pequeña yo sentí que dejaría huella en este mundo. Empecé a componer por un encargo y salió bien y a partir de ahí seguí componiendo. También he aprendido mucho de mis alumnos, con ellos cada día es una nueva experiencia. Mi proyecto ahora es el Centro EKD y poder mostrar al público los grandes trabajos de mis alumnos.
Al mismo tiempo quiero seguir haciendo conciertos, compartir la música con la gente. Mi madre una vez me dijo que si no seguía con mis conciertos eso sería el gran fracaso de mi vida. Así que por mi madre y por la música sigo con los conciertos.

¿Cómo defines tu música?
Mi música es sana, da la sensación de algo puro, con un punto melancólico y con mucha fuerza y pasión. Al terminar mi primer concierto recibí un whatsapp de una persona que me dice “Ekaterina, en este mundo tan poco sensible falta tu música.”
Eso me dio fuerza, me encanta leer esto y gente que me anima a componer más, y eso es lo que voy hacer.

¿Estás trabajando en una nueva composición?
Estoy componiendo una suite, un trío de piano, violín y violonchelo dedicado a la vida: Alma. Intento transmitir lo que llevamos dentro, nuestra pasión. Son 8 partes que reflejan las distintas etapas de la vida: en la barriga la madre canta una canción de cuna que invita a la vida, luego la niñez, la adolescencia con un rock rapsodia que muestra nuestra búsqueda. Luego la sensación de resaca, qué hago con mi vida un malestar que te hiere este dilema interior donde estoy en mi vida, cuando tomas una decisión, después sabiduría y finalmente la despedida de la vida que represento en forma de tango fúnebre: “mi ultima danza que bailo contigo, mi pasión y mi tristeza, tú mi vida”


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